Debemos sembrar
arbolitos, porque, los arboles absorben el dióxido de carbono (CO2),
del aire, liberan el oxígeno que respiramos y almacenan el carbono; en otras
palabras son justo lo que necesita con urgencia el medio ambiente. Tan
deteriorado por la humanidad.
El dióxido de carbono
es uno de los gases más contaminantes y que generan el temible cambio
climático; causando sequias, inundaciones, huracanes y probablemente la
extinción de la raza humana si no lo detenemos.
El 22 de abril es el
día mundial de la tierra y el 5 de Junio es el día Mundial del Medio Ambiente
en la cual existimos los terrícolas, la cual debe convertirse en una fecha de
reflexión y acción. Todos somos entes importantes de este planeta tierra y que
nos brinda todo lo necesario para existir felizmente nuestra efímera vida
presente y actuante, ella nos regala sus bondades o nos castiga como causa y
efecto de nuestra actitud. La realidad es que como terrícolas todos somos
importantes para conservar el Medio Ambiente o para destruirlo, sin importar
que sean magnates, intelectuales, religiosos, políticas, técnicos o uno más;
todos contaminamos en determinado grado la continuidad de la vida como la
deseamos o como la recibimos. El agua, los animales y las plantas han existido
como moradores de la tierra antes que el hombre apareciera y cuando
desaparezcamos seguirán existiendo. Entonces lo importante es convertirnos en
reflexivos cada uno de nosotros entorno de que estamos haciendo y que debemos
hacer para cuidar nuestra casa mayor o sea el planeta tierra. Lo más fácil es
crear falacias como no tengo tiempo para eso, si todos sabemos que el tiempo ya
estaba cuando nacemos y aquí quedara cuando muramos o fortaleciendo el concepto
que “el universo es tan grande por nuestra pequeñez”. Lo que debemos hacer es
buscar una armonía entre nuestra existencia y la tierra, indefectiblemente
entrar en armonía con el universo, porque realmente somos parte de él y en la medida que reflexionemos
armónicamente nos daremos cuenta que nadie puede existir por nosotros con
nuestros sueños e ilusiones y gozar de nuestros momentos de felicidad en este
planeta tres. Desde las aspiraciones humanas el planeta se está degradando
aceleradamente y todos nos debatimos en la incertidumbre de que es lo que
debemos hacer o quien es el culpable de tal o cual desgracia. Por lo tanto
debemos de reflexionar en darle vida y belleza a nuestro entorno entrar en una
misión de proteger la tierra en función de la calidad de vida de los humanos actuales
y las futuras generaciones enterrando el merecimiento personal o el aislamiento
voluntario. Siendo una actitud conservacionista sembrando plantas personalmente
o por compromisos de la responsabilidad social fomentando proyectos de
financiar cultivares de árboles o plantas, que son las máquinas de dar oxígeno,
fuentes de toda medicina y la seguridad alimentaria en la búsqueda de crear
ecosistemas propicios para la vida humana en compensación del deterioro que se
genera en busca de los avances tecnológicos o la decidía de muchos habitantes
que su fortaleza es convertirse en víctimas y desamparados creando un caos de
las bondades de nuestra madre tierra. Nosotros los salvadoreños contamos con
una enorme riqueza de plantas que felizmente se desarrollan sin demasiados
cuidados y que nos permiten ayudar a la madre tierra para que sea la causa
deseada y que a la vez sea un ecosistemas abundante de la biodiversidad
tropical en plantas y animales con una abundante fuente de alimentos y punto de
reflexión, inspiración, emprendedurismo e innovación entorno de armonizar con
nuestra madre tierra. Por ejemplo sembremos bastiones como:
matazano,moringa, quebracho, chaperno, maquilishuat, ojushte, tempisque, chaya,
bario, san andrés, pulcherima, mango, zapotillo, philodendros, quiebramuela,
cacao, madrecacao, plumeria, marañón, achiote, caimito, caoba, cedro, carreto,
ceiba, guachipilín, leucaena, Jacaranda, loroco, magnolio, manzana rosa,
papaturro, pepeto, volador entre otra infinidad de bondadosas especies
tropicales, de tal forma que seamos conducentes a esa tierra prometida para
nuestros descendientes o sea la búsqueda de un paraíso formado por bosques y
cascadas y alejarnos del espectro de un desierto o muerte de los humanos.
Ing.
Mariano Villatoro