La madre tierra nos genera todo un universo de
bondades y también nos pasa factura sino la cuidamos y la mejor forma de
ayudarle que nos brinde sus bondades es maquillándola sembrándole plantitas las
cuales le dan belleza al planeta y le evitan el cáncer o sea la erosión de la
superficie de la madre tierra, porque cuando esta deforestada se convierte en
un paisaje triste y desalentador, porque galopa la erosión, tanto por el agua y
el viento, volviendo la superficie de la tierra en algo caótico que luego no
permite productividad llegando al extremo que el sembrador no logra el objetivo
de cosechar algo de lo que siembra y genera el ciclo vicioso que visualiza la
pobreza donde la tierra no da nada y el hombre siente la pobreza y nostalgia
creyendo que sus esfuerzos no sirven y surge el estadio de lamentos donde las
plantitas mueren y el hombre absorbe esa tristeza y generando una forma de vida
miserable en la frontera del hambre y desesperación concluyendo con la tristeza de la tierra y el llanto del
hombre que vive la miseria de la tierra y su miserable existencia. Pero en
buena hora estamos al inicio del invierno cuando el mejor negocio es darle
vida, belleza y promisoriamente generar ingresos económicos al tomar la
decisión de sembrar plantas en el metro cuadrado que existimos o en cualquier
terreno que dispongamos para luego tener un ambiente saludable, paisajístico,
generador de mantos de agua, maderas, frutas, aroma entre otras bondades que
las plantas nos provee, definitivamente existe la planta apropiada para cada
lugar, así tenemos para terrenos áridos todas las leguminosas: Leucaena,
madrecacao, pepeto, carreto, quebracho, entre otras, o frutales como el morro,
guayaba, arrayan, nance, paterno, entre otras o maderables como el volador,
chaquiro, guachipilín, mango, butea y para terrenos normales el aguacate,
mango, zapote, limón, naranjo, guanabo , manzana de agua, marañón, macadamia y
otros.
Lo importante es aprovechar el inicio del invierno
donde el agua lluvia viene ionizada y cargada de micronutrientes que le gana al
agua estancada o de riego.
Por lo tanto estamos en el tiempo apropiado para crear
un vergel a nuestra manera y posteriormente obtener sus beneficios, generando
un círculo virtuoso que le dé sentido y felicidad a nuestras vidas.
ING. MARIANO VILLATORO
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