sábado, 23 de mayo de 2015

LO TRASCENDENTAL DE UNA GIA


La respuesta positiva a las frustraciones, la incertidumbre, la depresión, problemas económicos, ecológicos y sociales entre otras circunstancias es la GIA.
Es una forma de aprovechar el invierno para afrontar los problemas alimentarios, ecológicos y económicos. La constante búsqueda por mejorar nuestra calidad de vida; personal, familiar, nacional y regional. Nos plantean retos que nos conduce indefectiblemente a la innovación y una alternativa viable coherente y factible es la realización de sistemas productivos holísticamente, llamados: Granja Integrada de Autogestión (GIA). La cual se convierte en una forma de vida sostenible fundamentada en parámetros biométricos y econométricos, de mayor o menor eficiencia de acuerdo a la creatividad y pasión que cada individuo o familia le ponga en su desarrollo. El verdadero secreto de una GIA es la evolución de sistemas y subsistemas en forma integrada en torno al aprovechamiento de los recursos bióticos y abióticos que generan un ecosistema con la participación del ser humano induciendo la productividad en sus diferentes renglones de aprovechamiento, constituyéndose en el bastión del Agroturismo y una maquinaria de producción de bienes y servicios agrícolas, ecológicas, socioculturales y económicos
La GIA no es exclusiva de un campesino o de gente adinerada; más bien es propia de la creatividad sin importar su nivel académico o profesión. Lo importante es disponer de un área de terreno, en la cual podamos realizar cultivares de frutales, forestales, ornamentales, creando bosques y sotobosques, conectados por senderos  bordeados por setos con diferentes áreas de descanso y estableciendo pequeñas granjas de conejos, pollos,  gallinas, patos ganzos, codornices, peces entre otras granjas de especies menores que con mínimas inversiones y poco mantenimiento nos brindaran alimentos para nuestro consumo y a la vez podemos obtener ingresos los doce meses del año. Para realizar cultivares de árboles y plantas, la mejor época es al inicio del invierno, para aprovechar la fertilización que traen las primeras lluvias al arrastrar los diversos nutrientes que pululan en la atmosfera. Entre los frutales promisorios y de bajo costo para establecerlas, con enorme capacidad de adaptarse a diferentes tipos de terrenos tenemos los frutales rústicos, cuyos frutos tienen alta demanda en el mercado de exportación de productos étnicos tales como:  paterna, arrayán, nance, limón, zapote, guayabo, cacao, carao, guanabo, marañón, mamoncillo, mangos, achiote, matasano, moringa, pacaya, entre otras bondadosas especies, además es recomendable establecer cultivares de especies autóctonas que permiten el desarrollo de la fauna silvestre y brindar estampas del quehacer cotidiano, lo cual es un atractivo para los turistas extranjeros y nacionales. Además brindan productos artesanales e industriales a base de madera, también puede obtenerse frutas todo el año, sabiendo escoger las plantas que alternamente brindan frutos los 12 meses.
Es recomendable distribuir en el terreno árboles que brinden flores todo el año tales como llama del bosque, jacaranda, bauhinia, magnolio del himalaya, san andres o especies de espectacular floración que combinándolas adecuadamente se tendrá flores todo el año tales como; el gravileo, el maquilishuat, cortes blanco, cortes negro, árbol de fuego, Jacaranda, butea, Júpiter de java, madrecacao, almendro; también es recomendable sembrar áreas de jardines comestibles y medicinales. La idea es eliminar la autocomplacencia poniendo nuestras aptitudes en acciones que generan un sistema auto sostenible y rentable como la GIA. 







Ing. Mariano Villatoro


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