El agua nace en los bosques y no en el desierto. Esta realidad que nos brinda la naturaleza es de tomarla muy en cuenta para conservar y enriquecer los nacimientos de agua. Los árboles son los canales naturales que tiene el agua lluvia para infiltrarse al subsuelo, la cual posteriormente enriquece las fuentes de agua superficiales, además los árboles evitan el recalentamiento de la superficie del suelo y evitan un alto porcentaje de evaporación, por supuesto evitan la erosión de la capa superficial del suelo de tal forma que disminuye el azolvamiento en las cuencas de los ríos o nacimientos de agua. Por lo tanto estos árboles deben tener ciertas características para que hagan más eficiente su función, especialmente deben ser perennifolios, de raíz profunda especialmente vertical, con enorme follaje y ramificación, entre ellos tenemos: carreto, volador, manzano rosa, Leucaena, bala de cañón, morro, pacun, mango, brasil, llama del bosque, carao, nance, cacao, paterno, guayabo, magnolio, nim, cerezo, gravileo, mangollano, ingas y para terrenos arcillosos y agrestes, quebracho, tamarindo, chaperno, marañón, entre otras bondadosas especies de árboles tropicales, sin olvidar el madrecacao, carreto, bario, y chaya.
La realidad es que el agua nos viene cada invierno en cantidades industriales y en verano la necesitamos con el principal elemento vital, que es frecuente observar conflictos en diferentes zonas y lo más doloroso observar paisajes desérticos como que nunca lloviera y calores insoportables. Lo cual es en función de causa y efecto la despreocupación de cada uno de nosotros, por no ser un poquito menos cómodos y dedicarle un pequeño esfuerzo en ayudar a la naturaleza, sembrando árboles apropiados para mejorar nuestro microclima, generar oxígeno, absorber carbono y fundamentalmente fortalecer la expectativa de tener agua en abundancia a mínimos costos. Para celebrar el día de la Tierra, fortaleciendo las fuentes de agua, el Vivero San Andres y la comunidad del Instituto San Andrés, están produciendo más de dos millones (2, 000,000) de arbolitos forestales, los cuales están disponibles al público a un precio simbólico de diez centavos cada plantita, especialmente a interesados que las reserven o compren antes del 22 de abril, el día mundial de la Tierra, y así no hay excusas de que no sembramos porque no hay plantas o por el precio. Tel: 2305-0871 y 2305-2306, cada java contiene de 500 a 1000 arbolitos, listos para trasplantar.
Únicamente es dejar salir nuestro espíritu visionario y velar por un ambiente mejor y si vivimos en la ciudad siempre tenemos parientes más allá de la frontera de la ciudad a quienes podemos motivar y ayudar a plantar árboles por su propio bien y como un deber existencial, tanto de ellos como los de la ciudad pues el agua que todos consumimos es la misma o sea la que se infiltra al subsuelo en el ciclo hidrológico. Hace unos pocos años resultaba fácil beber agua en una cascada, la cual era gratis y muy pura hoy creemos que el agua pura solo existe embotellada y es muy cara y no es totalmente confiable de que realmente sea pura.
Solo basta comparar cuanto se gastaba en agua hace 100 años y lo que gastamos actualmente y lo terrible es que aún nos quejamos por el costo de la vida. Creo que la solución está en cada uno de nosotros y no en las oficinas gubernamentales o en los organismos internacionales. Dejemos de lamentarnos o filosofar y actuemos sembrando arbolitos (fábricas de agua) o financiando proyectos de reforestación.
ING. MARIANO VILLATORO
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