Las enredaderas son la solución perfecta para
divisiones verticales entre linderos de terrenos o división de áreas en el
jardín u oficina además, las enredaderas tropicales son las joyas en la
jardinería, totalmente adaptable a las caprichosas formas que deseemos darle y
la mayoría brindan una espectacular floración y atractivos follajes. Entre las
enredaderas para cubrir paredes o muros tenemos la tradicional hiedra que
fácilmente se desarrolla en cualquier superficie de ladrillo, cemento, bloque,
madera entre otras superficies verticales, otra plantita recomendada para
cubrir superficies verticales o cercos con malla es la atractiva falsa uva, la
cual da una sensación de delicadeza, la falsa uva podemos guiarla dándole la forma
que mejor nos parezca o que el diseño del paisajista exija y es de rápido
crecimiento tremendamente decorativa por la forma y color de sus hojas.
Entre las enrredaderas para formar cercos vivos, en
mallas, muros, paredes o estructuras de divisiones verticales o para decorar el
ambiente con abundante floración y follaje generando enormes volúmenes de
oxigeno, barreras contra el viento, barreras visuales, barreras sónicas entre
otra infinidad de beneficios como detener la erosión, los ladrones, las malas
miradas y fuente de inspiración en las góndolas, verjas, zonas de descanso al
proporcionar abundante sombra y fuentes melíferas para los gorriones
específicamente. Conociendo lo trascendental de este segmento del paisajismo.
El Instituto San Andres, a través de sus bachilleratos agropecuario y en
turismo y el Vivero San Andres, desarrollando los fundamentos del paisajismo
con enredaderas en los corredores de carreteras con especies resistentes a las
sequias y a las inundaciones, al
maltrato, con gran capacidad de rebrote, entre otras bondadosas
características; proveemos y asesoramos toda iniciativa pública o privada en
función del paisajismo, tratando de motivar la decoración en tramos de
carreteras y accesos a las comunidades, pueblos y ciudades, además damos
estrategias para desarrollos urbanísticos, centros comerciales, ecoturísticos y
residenciales. De tal forma que generen un impacto agradable en los residentes
y visitantes, que bien sería un importante complemento al proyecto de pueblos
vivos. Todos sabemos que las plantas le dan vida y belleza al ecosistema,
generando oxígeno, microclimas agradables, saludables, fortaleciendo los mantos
de agua y muchos otros beneficios colectivos.
Entre las bondadosas enredaderas tenemos: la Allamanda
de atractiva floración amarilla; Thumbergia grandiflora o porcelana de
espectacular floración de todo el año y de color celeste. Las Boungainvillea o
Veraneras, de diversos colores y como su nombre lo dice no las afecta los
recios veranos al contrario en estas épocas se colman de flores y se les puede
cultivar como verdaderos cercos por sus espinas y robustez; Petrea o lengua de vaca, de enorme floración
de color morado y cero mantenimiento igual que las veraneras y se le puede dar
formas artísticas; Passiflora jamesonii, de continua y abundante floración en
forma de margaritas de color rojo con filamentos de color vino y florecías amarillas.
Solanum de atractiva floración en gajos de color morado, las cuales se comen en
diversas preparaciones culinarias; la falsa uva apropiada para forrar muros,
mallas, darle forma de animales; el arachi propio para cubrir taludes y
facilísimo para formar estructuras esqueléticas a aves y cuadrúpedos; el
philodendro apropiado para áreas con sombra y forrar arboles grandes que además
de su atractivo follaje son fuentes enormes de oxígeno. El potho, es la
enredadera más versátil para desarrollarlo, se da bien en la sombra, en el sol.
Sobre la tierra, rocas, mallas, en otros árboles, desde la costa hasta en los
cerros y siempre conserva su brillante hoja bicolor, propio para cubrir paredes
y taludes.
Ing. Mariano Villatoro