La ecología es el análisis de la
relación de lo biótico y de lo abiótico por lo tanto estamos hablando de la
calidad de vida. Es así como podemos estigmatizar que el bosque es vida y el
desierto es muerte y lo terrible es que la desertificación o la ruta de crear desiertos es galopante en el
planeta, especialmente por las malas prácticas agrícolas, pero sobre todo por
la forma de urbanistas que en su ambición de lucrarse, no les importa los
medios si no el fin de obtener beneficios
a corto plazo, creando tremendos desiertos con techos y calles que eliminan el
agua lluvia por la evaporación o
conducirlas a pozos del sistema hidráulico, de tal forma que se manda el
bondadoso recurso del agua lluvia directamente al mar, perdiendo las bondades
del agua si se logra infiltrar al subsuelo o sea al nivel freático para
aprovecharla posteriormente en la generación de vida y fuentes de manantiales que son la sangre para toda forma de vida.
Por lo tanto el Instituto San Andres se involucra en brindar los fundamentos en
sus jóvenes estudiantes de conocer, entender y viabilizar las bondades de los árboles
y el recurso agua en una etapa transcendental en la existencia humana,
recordemos que lo que vivimos entre los 12 años
a los 25 años, es lo que marcara nuestra existencia si somos una persona
naturalmente normal. Tal como lo realizo David Ben-Gurión al fundar Israel y Chiang kai-shek al fundar
Taiwán. Obligando a todo joven a pasar por escuelas agrícolas o agropecuarias
para lograr un éxito sostenible y convertirse
en modelos a seguir a nivel mundial a pesar de sus limitaciones, recursos
y extensión geográfica. Es así como el Instituto San Andres, enfoca su visión y
misión en potencializar la seguridad alimentaria, la conservación ecológica y
la formación de capital humano y fue un puente en tiempos de guerra civil y hoy queremos convertirnos en una
alternativa de esperanza ante la desesperanza
de nuestra juventud, para lo cual pedimos, solicitamos y rogamos como
decía Monseñor Romero; que financien la demanda y no la oferta que brinda el
Instituto San Andres, tanto en su RSE o en su espíritu de solidaridad
humanitaria y responsabilidad con El Salvador, con sus Bachilleratos
Agropecuario, en Turismo, Comercial, Salud y otros. Que es el camino seguro
para ser “alguien”, por ejemplo; se les enseña en el bachillerato agropecuario,
que son fundamentos existenciales, tales como que en un metro cuadrado se
pueden desarrollar 12 pollos en 6
semanas generando 3.5 lbs por unidad y
que una coneja al mes de aparearse tiene de 8 a 10 conejitos y se destetan a los 25 días y a 90 días
están listos para aliñarlos pesando idealmente 4 libras y ser comida ideal para
todas las edades y su universo es 40 cm3.Ademas que técnicamente, una cerda
puede darnos 3 partos en 14 meses teniendo de 8 a 10 lechones por parto. Además aprenden que los árboles
son las máquinas de hacer oxígeno y el canal natural para que el agua lluvia se
infiltre al nivel freático y son el reservorio
de carbono, nos dan oxígeno, madera, paisajismo, energía y son la
alternativa equivalente a restauran y hotel para la vida silvestre; otras
bondades que nos generan las plantas y
los animales silvestres. No importa a que se dediquen en su futuro, pero sabrán
producir sus alimentos y conservar su medioambiente, que es un elemento gratis
pero destruible. Por lo tanto el Instituto San Andres y el Vivero San Andres
están totalmente a disponibilidad en hacer alianzas para convertirse en un
puente de empleo; viable, coherente y factible y además da asesoría gratis para
proyectos significativos.
ING. MARIANO VILLATORO
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