sábado, 3 de septiembre de 2016

LA EDUCACIÓN Y LA ECOLOGÍA.



La ecología es el análisis de la relación de lo biótico y de lo abiótico por lo tanto estamos hablando de la calidad de vida. Es así como podemos estigmatizar que el bosque es vida y el desierto es muerte y lo terrible es que la desertificación o la ruta  de crear desiertos es galopante en el planeta, especialmente por las malas prácticas agrícolas, pero sobre todo por la forma de urbanistas que en su ambición de lucrarse, no les importa los medios si no el fin  de obtener beneficios a corto plazo, creando tremendos desiertos con techos y calles que eliminan el agua lluvia por la evaporación o  conducirlas a pozos del sistema hidráulico, de tal forma que se manda el bondadoso recurso del agua lluvia directamente al mar, perdiendo las bondades del agua si se logra infiltrar al subsuelo o sea al nivel freático para aprovecharla posteriormente en la generación de vida  y fuentes de manantiales  que son la sangre para toda forma de vida. Por lo tanto el Instituto San Andres se involucra en brindar los fundamentos en sus jóvenes estudiantes de conocer, entender y viabilizar las bondades de los árboles y el recurso agua en una etapa transcendental en la existencia humana, recordemos que lo que vivimos entre los 12 años  a los 25 años, es lo que marcara nuestra existencia si somos una persona naturalmente normal. Tal como lo realizo David Ben-Gurión  al fundar Israel y Chiang kai-shek al fundar Taiwán. Obligando a todo joven a pasar por escuelas agrícolas o agropecuarias para lograr un éxito sostenible y convertirse  en modelos a seguir a nivel mundial a pesar de sus limitaciones, recursos y extensión geográfica. Es así como el Instituto San Andres, enfoca su visión y misión en potencializar la seguridad alimentaria, la conservación ecológica y la formación de capital humano y fue un puente en tiempos de guerra civil  y hoy queremos convertirnos en una alternativa de esperanza ante la desesperanza  de nuestra juventud, para lo cual pedimos, solicitamos y rogamos como decía Monseñor Romero; que financien la demanda y no la oferta que brinda el Instituto San Andres, tanto en su RSE o en su espíritu de solidaridad humanitaria y responsabilidad con El Salvador, con sus Bachilleratos Agropecuario, en Turismo, Comercial, Salud y otros. Que es el camino seguro para ser “alguien”, por ejemplo; se les enseña en el bachillerato agropecuario, que son fundamentos existenciales, tales como que en un metro cuadrado se pueden desarrollar 12 pollos  en 6 semanas generando  3.5 lbs por unidad y que una coneja al mes de aparearse tiene de 8 a 10  conejitos y se destetan a los 25 días y a 90 días están listos para aliñarlos pesando idealmente 4 libras y ser comida ideal para todas las edades y su universo es 40 cm3.Ademas que técnicamente, una cerda puede darnos 3 partos en 14 meses teniendo de 8 a 10  lechones por parto. Además aprenden que los árboles son las máquinas de hacer oxígeno y el canal natural para que el agua lluvia se infiltre al nivel freático y son el reservorio  de carbono, nos dan oxígeno, madera, paisajismo, energía y son la alternativa equivalente a restauran y hotel para la vida silvestre; otras bondades que nos generan  las plantas y los animales silvestres. No importa a que se dediquen en su futuro, pero sabrán producir sus alimentos y conservar su medioambiente, que es un elemento gratis pero destruible. Por lo tanto el Instituto San Andres y el Vivero San Andres están totalmente a disponibilidad en hacer alianzas para convertirse en un puente de empleo; viable, coherente y factible y además da asesoría gratis para proyectos significativos.




 

                                              ING. MARIANO VILLATORO



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