domingo, 5 de junio de 2016

LO TRASCENDENTAL DE NUESTROS ÁRBOLES


La búsqueda de mejorar la calidad de vida de las actuales y futuras generaciones, es el mejor discurso existencial que debemos perseguir  nosotros los adultos actuales. Además de viabilizar el acceso a las nuevas tecnologías de nuestros jóvenes debemos inculcarles el aprecio por la naturaleza especialmente platicándoles de las bondades de las plantas como generadoras de oxigeno, su función como reservorio de carbono, elementos esénciales para detener la erosión la vital participación de los árboles en el ciclo hidrológico  o sea que son los canales naturales para que el agua lluvia se infiltre al sub suelo, facilitando el enriquecimiento de los mantos acuíferos, generando microclimas agradables que evitan con su follaje el recalentamiento de la capa superficial del suelo al cual le provee de la biomasa  que da vida y riqueza nutricional  al suelo, transformándolo en tierra fértil  potencializadora  de alimento para diferentes cultivares; recordando que todo lo que consume el árbol  en su vida lo reintegra al medio al descomponerse; resulta fácil imaginarse  " un bosque como símbolo de vida y un desierto  como símbolo de muerte ", además los árboles nos proveen madera, frutas, flores, follajes atractivos  y son el bastión  alimenticio de la fauna silvestre entre otras bondades.
Me interesa recordarle las bondades de árboles que en el pasado  abundaban  y que hemos marginado y están en la frontera de la extinción  o que por la escases de hidrocarburos recobran su importancia como nuevas alternativas. El matasano es un árbol tropical, que se adapta  a diferentes condiciones  de tierra, produce abundante fruta, la cual se consume  fresca y se puede convertir  en néctares para envasarlo  y  exportarlo además es la delicia de aves como el chengo, la urraca, la chiltota entre otras  aves y es llamado la manzana de Mesoamérica, que tiene dos o tres semillas de regular tamaño cada fruto,  estas semillas son la comida favorita de los tepezcuintles, que como el matasano se está extinguiendo  también se está extinguiendo el tepezcuintle que nos brinda una deliciosa carne. El palo de hule  es unas especies que perdió su importancia cuando apareció el caucho sintético para fabricar llantas, pero como se visualiza el futuro de los hidrocarburos es fácil diagnosticar que volveremos al palo de hule para fabricar caucho y es un árbol que se adapta bien a diferentes tipos de terreno. El Chaperno el cual es de los árboles  productores de excelente leña para la generación de carbón, resistente a todas las condiciones desfavorables de suelo, con enorme capacidad de rebrote y para bosque energéticos  es uno de los prototipos por sus elevados kilo joule  que genera  su fibra. El zapote de  olote o zapotillo, de un follaje brillante verde por el haz y blanco por envés, lo que lo hace  un árbol decorativo, produce abundante fruta que en cierto grado de maduración  es muy delicioso como fruta fresca y se puede fabricar  néctares  y vino sin mucho procesamiento, pero  su verdadera  función es como un bastión para la cadena alimenticia para las aves y las abejas  y las semilla es preferida por tepezcuintes y taltuzas y ardillas  entre otros animalillos que le dan identidad a nuestra  flora y fauna  tropical  y que no dudo potencializa al ecoturismo. Similarmente aun contamos  con árboles orgullo del pasado y promisorio para el futuro como el copinol, Pacun, caulote, el trompillo, el volador, el palo colorado, la chaya, la quina, el palo de pan, el Ojushte entre otras bondadosas especies  que deberíamos estar sembrando masificada mente  en las cuencas. la verdadera agua se encontraba gratis en las cascadas  de los bosques hace apenas unos 40 años y es posible retornar a ese estadio, si nos lo proponemos.  Es gratificante escuchar a personalidades que están  claros en las bondades  de los árboles y lo trascendental de la vida actual del planeta tierra.
No es difícil ayudar a la madre naturaleza, todo es cuestión de actitud y debemos dar “testimonio” con nuestras vidas y ser consciente que dejaremos un excelente legado a las nuevas generaciones o seremos recordados como asesinos del futuro.
En el Vivero San Andrés, producimos estas y muchas especies más en cantidades significativas, para fortalecer nuestro ecosistema. 









Ing. Mariano Villatoro


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