Para el ingreso del 2017 el Vivero San Andres dará un sistema de medias
becas a jóvenes brillantes y de escasos recursos económicos.
La agricultura es creatividad, innovación y
emprendedurismo, no es solo la cuma y el azadón. “Es una ciencia, un arte y una
forma de vida valorizante”
En la actualidad
podemos visualizar tres grandes problemas que enfrentamos y que se
convierten en el reto a superar o evitar que nos deprima estos son: la
seguridad alimentaria, la degradación ecológica y la formación de capital
humano. Estos tres problemas son generadores
de nuestra crisis, local y mundial; pero específicamente en El Salvador,
contamos con el Bachillerato Agropecuario, el cual es promisorio para que
nuestra juventud se forme en función de ser un ente consciente y participante
de la solución en los tres grandes problemas que enfrentamos. Primeramente con
estudiar el Bachillerato Técnico Agropecuario. Ya está entrando a un nivel de
capital humano calificado técnicamente y muy apropiado para estudiantes
provenientes del área rural o sea más allá de la frontera de la ciudad, que por
lo general es el sector más difícil de involucrarlo en el estudio de nivel
medio y superior; fundamentalmente por los conceptos de vida que se maneja en
la familia del campo; donde se pretende que el joven comience a ganarse la vida
lo más temprano posible y fácilmente consigue una actividad para sobrevivir y
esa es la norma, mientras que en la ciudad
como principio todas las familias se esfuerzan porque sus hijos sigan
estudiando, ya que de otra forma se convertirían en vagos.
Mientras que en el Bachillerato Agropecuario se les
imparte las materias de ciencias que el plan de estudio exige para todos los
bachilleratos y además se les imparte la parte técnica en la cual aprenden
sistemáticamente los fundamentos para producir alimentos de origen animal y
vegetal; manejando granjas de pollos, conejos, patos, gallinas, cerdos y
ganadería, desde la profilaxis,
alimentación, ambientación y procesamiento del producto al mercado para consumo
o como materia prima para la industria de la alimentación, por ejemplo estudian
y practican fundamentos tales como que una coneja al mes de aparearse tiene el parto de 8 a 10 conejitos y que se
destetan a los 25 días, convirtiéndose
en gazapos y que cada conejo necesita
apenas 40cm3 para existir, y alimentándolo bien y
previniéndole enfermedades en tres o cuatro meses está listo para destazarlo y
venderlo en canal y que realmente es la comida humana más ideal para todas las
edades o bien realiza el manejo de
pollos de engorde y comprueba que en 1m2 pueden manejarse 12 pollos
que en 6 semanas están listo para el destace
cada uno pesando más de 3.50 libras y eso por el estilo en esa etapa de
14 a
17 años crea una capacidad eficiente en
la producción de alimentos que nunca los
olvidara el resto de su vida y en el área de las plantas es otro horizonte que
el estudiante del Bachillerato Agropecuario llega a dominar los fundamentos de los frutales, forestales ornamentales y hortalizas de una forma tan
natural y eficiente en una etapa de adolescente o cajón de los mejores
recuerdos realizando faenas desde recolección de semillas, hacer semilleros,
bancales y preparar la planta de vivero lista para venderse o sembrar en las
parcelas o cultivares de frutales, maderables, energéticos, forrajeros,
medicinales entre otras bondades de los árboles. Ahora bien ¿dónde está
superado el valladar del cambio climático o degradación ecológica? Realmente se
vuelve una parte intrínseca del programa del Bachillerato Agropecuario. Lo cual
desarrolla el Instituto San Andrés en mística de enseñanza, desarrollando una
educación agrícola fundamentada en la innovación y creativa, estableciendo El
Vivero San Andrés como soporte financiero para brindar Becas a los jóvenes
brillantes de las escuelas del sector en
la cual se les inculca las bondades de las plantas desde ser las maquinas
naturales de producir oxigeno biológicos o sea apto para respirar, permiten la infiltración del agua lluvia al
subsuelo evitan la erosión son las habitaciones de la mayor parte de las aves y
fauna silvestre, productores de maderas, forraje para el ganado, rompen las
termales formando microclimas agradables, productores de material energéticos,
fuente de medicina y alimento humano generador de maravillosos paisajes con sus
flores y follaje, entre otras bondadosas aportaciones. Los jóvenes realizan jardines creativos en los
cuales se dan cuenta que existen plantas apropiadas para sol, otras para sombra
y que algunas nos brindan su follaje que son definitivamente paisajes felices
de disfrutar.
De tal forma que se convierten en entes confiables en
la creación de jardines eco turísticos y granjas de autogestión o sea una bella
y saludable forma de vida valorizante.
En todo este proceso de formación
viven y aprenden el concepto holístico o sea que el hombre tiene que vivir en armonía con la naturaleza
(animales, plantas y tierra) recordando que las plantas y animales viven sin la
necesidad del hombre y que el hombre no vive sin ellas. No es tiempo de
lamentarse y no pretendamos comprarle el futuro a los jóvenes, si no, que
debemos encausarlos para que fabriquen su futuro sosteniblemente. Especialmente
que conozca a temprana edad como producir sus alimentos en función de un
desarrollo sostenible, o sea, en función de una agricultura con fundamentos
creativos e innovadores, sin limitar sus aspiraciones futuras como convertirse
en un excelente médico, pues las plantas y los animales son pacientes lo único
que no hablan y así sucesivamente puede convertirse en un excelente Ingeniero
en cualquiera de las ramas que existen en la actualidad y con el componente de
ser autosuficiente para producir sus alimentos y conservar el medio ambiente.
Ejemplo los inicios de Israel con David Ben-Gurión y Taiwá
n con Chiang Kai-shek; quienes
establecieron por ley que todos los jóvenes pasaran por escuelas agropecuarias.
Ing. Mariano Villatoro
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