domingo, 12 de junio de 2016

El instituto san andres y el bachillerato agrícola


Para el ingreso del 2017 el Vivero San Andres dará un sistema de medias becas a jóvenes brillantes y de escasos recursos económicos.
La agricultura es creatividad, innovación y emprendedurismo, no es solo la cuma y el azadón. “Es una ciencia, un arte y una forma de vida valorizante”
En la actualidad  podemos visualizar tres grandes problemas que enfrentamos y que se convierten en el reto a superar o evitar que nos deprima estos son: la seguridad alimentaria, la degradación ecológica y la formación de capital humano. Estos tres problemas son generadores  de nuestra crisis, local y mundial; pero específicamente en El Salvador, contamos con el Bachillerato Agropecuario, el cual es promisorio para que nuestra juventud se forme en función de ser un ente consciente y participante de la solución en los tres grandes problemas que enfrentamos. Primeramente con estudiar el Bachillerato Técnico Agropecuario. Ya está entrando a un nivel de capital humano calificado técnicamente y muy apropiado para estudiantes provenientes del área rural o sea más allá de la frontera de la ciudad, que por lo general es el sector más difícil de involucrarlo en el estudio de nivel medio y superior; fundamentalmente por los conceptos de vida que se maneja en la familia del campo; donde se pretende que el joven comience a ganarse la vida lo más temprano posible y fácilmente consigue una actividad para sobrevivir y esa es la norma, mientras que en la ciudad  como principio todas las familias se esfuerzan porque sus hijos sigan estudiando, ya que de otra forma se convertirían en vagos.
Mientras que en el Bachillerato Agropecuario se les imparte las materias de ciencias que el plan de estudio exige para todos los bachilleratos y además se les imparte la parte técnica en la cual aprenden sistemáticamente los fundamentos para producir alimentos de origen animal y vegetal; manejando granjas de pollos, conejos, patos, gallinas, cerdos y ganadería,  desde la profilaxis, alimentación, ambientación y procesamiento del producto al mercado para consumo o como materia prima para la industria de la alimentación, por ejemplo estudian y practican fundamentos tales como que una coneja al mes de aparearse  tiene el parto de 8 a 10 conejitos y que se destetan  a los 25 días, convirtiéndose en gazapos y que cada conejo necesita  apenas 40cm3 para existir, y alimentándolo bien y previniéndole enfermedades en tres o cuatro meses está listo para destazarlo y venderlo en canal y que realmente es la comida humana más ideal para todas las edades o bien realiza  el manejo de pollos de engorde y comprueba que en 1m2 pueden manejarse 12 pollos que en 6 semanas están listo para el destace  cada uno pesando más de 3.50 libras y eso por el estilo en esa etapa de 14 a 17  años crea una capacidad eficiente en la producción de  alimentos que nunca los olvidara el resto de su vida y en el área de las plantas es otro horizonte que el estudiante del Bachillerato Agropecuario llega a dominar  los fundamentos de los frutales, forestales  ornamentales y hortalizas de una forma tan natural y eficiente en una etapa de adolescente o cajón de los mejores recuerdos realizando faenas desde recolección de semillas, hacer semilleros, bancales y preparar la planta de vivero lista para venderse o sembrar en las parcelas o cultivares de frutales, maderables, energéticos, forrajeros, medicinales entre otras bondades de los árboles. Ahora bien ¿dónde está superado el valladar del cambio climático o degradación ecológica? Realmente se vuelve una parte intrínseca del programa del Bachillerato Agropecuario. Lo cual desarrolla el Instituto San Andrés en mística de enseñanza, desarrollando una educación agrícola fundamentada en la innovación y creativa, estableciendo El Vivero San Andrés como soporte financiero para brindar Becas a los jóvenes brillantes de las escuelas del sector  en la cual se les inculca las bondades de las plantas desde ser las maquinas naturales de producir oxigeno biológicos o sea apto para respirar,  permiten la infiltración del agua lluvia al subsuelo evitan la erosión son las habitaciones de la mayor parte de las aves y fauna silvestre, productores de maderas, forraje para el ganado, rompen las termales formando microclimas agradables, productores de material energéticos, fuente de medicina y alimento humano generador de maravillosos paisajes con sus flores y follaje, entre otras bondadosas aportaciones. Los  jóvenes realizan jardines creativos en los cuales se dan cuenta que existen plantas apropiadas para sol, otras para sombra y que algunas nos brindan su follaje que son definitivamente paisajes felices de disfrutar.
De tal forma que se convierten en entes confiables en la creación de jardines eco turísticos y granjas de autogestión o sea una bella y saludable forma de vida valorizante.
En todo este proceso de formación viven y aprenden el concepto holístico o sea que el hombre  tiene que vivir en armonía con la naturaleza (animales, plantas y tierra) recordando que las plantas y animales viven sin la necesidad del hombre y que el hombre no vive sin ellas. No es tiempo de lamentarse y no pretendamos comprarle el futuro a los jóvenes, si no, que debemos encausarlos para que fabriquen su futuro sosteniblemente. Especialmente que conozca a temprana edad como producir sus alimentos en función de un desarrollo sostenible, o sea, en función de una agricultura con fundamentos creativos e innovadores, sin limitar sus aspiraciones futuras como convertirse en un excelente médico, pues las plantas y los animales son pacientes lo único que no hablan y así sucesivamente puede convertirse en un excelente Ingeniero en cualquiera de las ramas que existen en la actualidad y con el componente de ser autosuficiente para producir sus alimentos y conservar el medio ambiente. Ejemplo los inicios de Israel con David Ben-Gurión y Taiwá
n con Chiang Kai-shek; quienes establecieron por ley que todos los jóvenes pasaran por escuelas agropecuarias.






Ing. Mariano Villatoro

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