La mayor garantía de sembrar un árbol y tener éxito
sin esforzarnos en cuidarlo es al inicio del invierno o sea mayo y junio.
Así lograremos
revertir el circulo vicioso que no hay agua porque no hay árboles y no
hay árboles porque no hay agua, generando un caos de protestas e inconformidad.
Podemos revertirlo en una forma de vida valorizante con abundancia de bosques,
frutas, maderas y un ecosistema promisorio con manantiales de agua.
Nuestro sentimiento
nostálgico se puede transformar en una innovación altamente rentable. Siendo la
flora autóctona el bastión promisorio para las actuales y futuras generaciones
en la búsqueda de mejorar la calidad de vida. La principal bondad de la flora
autóctona es que nos garantiza el buen desarrollo del cultivar, sin mayores
esfuerzos pues ella existió felizmente
en este medio sin ninguna ayuda humana generando microclimas tropicales de
excelente calidad, convirtiéndose en bosque o nichos ecológicos de muchas
especies animales, que nuestro patrón ancestral contempla como tiempos
históricos perdidos. Ahora bien, con un
poquito de esfuerzo podemos rescatar ese sueño ancestral y a la vez convertirlo
en algo rentable, cosechando sus recursos ó estableciendo ambientes eco
turísticos, atractivos para turistas extranjeros o compatriotas que viven en el
extranjero y el turismo local de esparcimiento de fin de semana o temporadas de
vacaciones. Imaginemos cultivares de unos 200
árboles por especies, distribuidos en terrenos actualmente deforestados,
delimitando senderos y glorietas de descanso rodeadas de caraos, ojushte,
morro, chaperno, nacascol, nance, quebrachos,
matasanos, paternos, pepetos, tempisque, pacun, pitos, guayabos, cacao,
pacaya, zapotillo, copinol, bario,
carreto, madrecacao, cortes, maquilishuat, guachipilin, tiguilote, carbon,
mangollano, chaya, almendro, achiote,
entre otras bondadosas especies autóctonas.
Con la garantía que
atraerán aves, mariposas, bromelias, orquídeas y serán generadores de abundante
agua fortaleciendo manantiales, pues los árboles son los canales naturales que
tiene el agua lluvia para infiltrarse al subsuelo y además los árboles rompen
las termales que resecan la superficie de la tierra y el intemperismo de las
rocas, evitando así la erosión o cáncer de la tierra, si plantamos unas 500 plumerias distribuidas según la creatividad del
ejecutor será un espectáculo
incomparable cuando todas estén floreando
sin importar que estén situadas en barrancos o áreas rocosas costeras o
de montañas, similar es la llama del bosque, la caliandra, el san andres; que por lo general florean todo el año o si
queremos flores de diciembre a marzo sembremos cortes negro, maquilishuat,
cortes blanco, jacaranda, carao, chaperno, de marzo a julio el árbol de fuego,
plumería o flor de mayo, pito, carreto, guachipilin, pepeto entre otras
bondadosas plantas tropicales apropiadas a nuestro medio, lo importante es
sembrar cuando comienza el invierno, pues el agua lluvia viene ionizada y
cargada de fertilizantes que polulan en el aire, convirtiéndose en un elemento
eficiente para la vida de las plantas, que a mi juicio, no necesitan
fertilizarse con químicos si sembramos en mayo o junio.
Por otra parte
contamos con maderas nobles y frutales típicos del trópico que solo esperan que
las plantemos para brindarnos sus
bondades y ponerlas a disponibilidad del mercado como el tamarindo, mangos,
cítricos, níspero, zapote, aguacates, paternos, cedro, caoba, Nogal, bario, volador, palo colorado entre otras
promisorios recursos y nos escapemos un tantito de los nuevos costos
tecnológicos que nos estrangulan; antes se hablaba gratis, hoy con el celular
es caro, antes se escribía casi gratis hoy
con la Internet es caro, antes se veía televisión casi gratis hoy con el
cable hay que pagar mensual y así sucesivamente, podemos escapar de comprarle
tanto al súper y dedicarnos a cosechar
en nuestros cultivares; con un sistema de finca integrado por especies diversas se facilita la producción de flores como las
heliconias, ginger, solanum, entre otras especies que le dan alimento natural
al espíritu y evitan el estrés o enfermedad de los nuevos tiempos. Lo
importante es emprender estas alternativas y usted estará vitalizando su deber
histórico existencial.
Pero siendo objetivos, considerando que el planeta tierra es nuestra casa
mayor es importante aprovechar especies exóticas que se adaptan bien a nuestra
región mesoamericana y que nos brindan excelentes beneficios, tales como el
café, el mango, el marañón japones, el júpiter de java, el gravileo, la bala de
cañón, la diversidad de palmeras y cubre suelos, entre otras bondadosas
plantas.
Este beneficio efecto del agua lluvia lo podemos ver en el eficiente
efecto de germinación en el conacaste y la teca que en las primeras lluvias
surgen los plantines como alfombra bajo los árboles grandes y especialmente se
puede observar esta maravilla de creación en los corredores de carretera donde
existen enormes árboles de conacaste y cortez blanco.
El vivero San Andres, como factor solución en la problemática de la degradación
ecológica, especialmente facilitando los programas, proyectos y esfuerzos para
reforestar brinda asesoría gratuita y pone a disponibilidad del que necesite
plantitas en pilón de cientos de especies desde $0.30 ctv. Cada una, las cuales
se obtienen con una mínima tramitología, únicamente llega escoge, cancela y se
le cargan, además puede comunicarse por el correo “vivero.sanandres2@gmail.com
“ hacer su petición de cotización e inmediatamente se le responde con la
cotización respectiva.
Estamos en la época oportuna del año para recuperar nuestro ecosistema y
sembrar esperanzas de un futuro mejor, de lo contrario estaríamos dándonos por
vencido y vendría la enorme escases de agua, recursos renovables, alimentos y
en general estaríamos permitiendo que galope el cambio climático o caos
generando los refugiados climáticos en nuestro vulnerable país. No debemos
permitirlo.
Ing. Mariano Villatoro