La agricultura, es una ciencia, un arte y una forma de vida
valorizante.
Es una ciencia cuando analizamos la genética y la ingesta
nutricional.
Es un arte cuando realizamos, bonsái, jardines y el campo
del paisajismo entre otras actividades.
Es una forma de vida valorizante, porque entramos en
armonía de la creación generando, aprovechando y usando responsablemente sus
frutos para la alimentación y generando un ecosistema sostenible para la
existencia del ser humano y su entorno. Entendiendo que todo cultivar de planta
en una determinada superficie indirectamente de la finalidad especifica
perseguida, nos benefician como filtro de la contaminación ambiental del CO2, absorbiendo
el carbono ( reservorio ) y liberando el oxígeno que respiramos ( máquinas de
hacer oxigeno ); también evitan la erosión que empobrece el suelo agrícola,
además se convierten en los canales naturales para infiltrar el agua lluvia al
subsuelo, para enriquecer el manto freático y generar los manantiales ( máquinas de fabricar agua ) , entre otras
bondades que nos brindan los cultivares de plantas.
Cultivares de granos básicos.
En El Salvador, esta actividad es ancestral y tan
vivificante si uno la realiza con entusiasmo y pasión o sea sin involucrarle el
factor político, egocentrista y econométrico.
Preparación del suelo: Esto debe hacerse en la etapa previa
al cultivar, puede ser en forma mecanizada, especialmente en terrenos
relativamente planos o con poca pendiente y del tamaño del cultivar y tipo de
cultivo, ejecutando el subsueliado y desmalezado, antes de las primeras lluvias
para aprovechar el agua ionizada y cargada de nutrientes que polulan en el aire
y en el polvo. También se prepara en forma manual, especialmente en terrenos
con pronunciada pendiente o laderas. Nunca se debe quemar la maleza es
preferible carrilearla transversal a la pendiente para que sirva de reten de erosión
y especialmente como abono al incorporarse al suelo al descomponerse. Es
importante que existan arboles apropiados para ayudar al cultivar,
especialmente las leguminosas para que fijen nitrógeno ( macronutrientes ) al suelo como la Leucaena, paterno, quebracho,
entre otras especies que soportan podas formativas y evitar que la sombra
afecte demasiado al cultivar, porque el beneficio es que las raíces eviten la erosión
o especies como el nim que es un fijador de magnesio el cual es un
micronutriente además de ser un pesticida natural al eliminar las larvas de los
lepidópteros, chupadores y varias especies de hongos.
Cuando realizamos los cultivares de postrera o sea maíz y
frijol, es conveniente dejar el maíz a sembrar un día antes en un huacal con
agua y hojas de madrecacao así lo prejerminamos y protegemos al grano de hongos
y de los pájaros.
Todo cultivar está expuesto al efecto negativo
del viento, especialmente cuando el cultivar está en plena floración y si no
hemos establecido una barrera de árboles apropiados para detener la fuerza del
viento es probable que nos anule la cosecha de un año de nuestros frutales o en
otros casos nos retrasa un par de meses
volver a generar la floración como en el caso de las carambolas y perdamos así
las mejores oportunidades de mercado.
Lo fundamental en la realización de una
barrera rompe viento es seleccionar las especies apropiadas; que sean resistentes
al viento, se adapten a las peores condiciones, de preferencia perennifolios,
resistentes al mal trato, al fuego y que tengan gran capacidad de rebrote.
Siendo excelentes prototipos el volador
que en forma natural genera contrafuertes para soportar el viento Y detiene
eficientemente la erosión, con gran capacidad de rebrote y generador de una
excelente madera para la armazón de los techos en viviendas construidas bajo el
concepto de vivienda bioclimática, un árbol de volador es de rápido crecimiento,
logrando 16m en 6 a 7 años y se desarrolla en cualquier tipo de terreno aun en
los rocosos como las pedreras.
Otro árbol excelente para barrera rompe
viento es el chaquiro por su crecimiento rápido, soporta excelentemente el
viento, recomendado para sombra de otros cultivares por su copa poco densa,
perennifolia, generador de buena madera dura, fuerte y se usa para
construcción, pilotes, postes, resiste muy bien a la producción, cuando la
madera esta sazona es capaz de aguantar como pilote en muelles parte dentro del
agua y parte en el aire es capaz de durar más de 30 años, su fuste siempre es
recto y el rebrote es de rápido crecimiento, también es llamado palo de hierro
recomendado para armar techos de granjas, construcciones rurales, horcones,
puentes, carbón y muebles de alta durabilidad. El viento es considerado un
accidente climático; cuando alcanza y supera una intensidad apreciable, crea
dos tipos de efectos negativos.
Efectos mecánicos. Ocasiona daños en flores, frutos,
hojas y ramas. Estos elementos pueden ser arrancados, batidos o golpeados por
la intensidad del viento.
Efectos fisiológicos. En relación con la floración el viento
anula el vuelo de insectos y abejas con lo cual la polinización se dificulta. Otro efecto fisiológico es el
aumento de la transpiración; el árbol pierde agua rápidamente y se deshidrata,
con la consiguiente desecación, defoliación y debilitamiento general.
Si la plantación está cerca del mar, el
problema es el viento salino, que provoca fitotoxicidad en los árboles, con lo
que el desarrollo se reduce.
La principal defensa contra los efectos
mecánico de este factor climático son los corta vientos o barreras corta
vientos. Estos además, disminuyen la evapotranspiración, ahorrando agua de
riego. Siendo las más recomendadas las barreras vivas constituidas por árboles
de fuste recto, crecimiento rápido de considerable altura, pues una barrera
amortigua el frente del viento en una superficie plana hasta 20 veces la
altura, o sea que, podemos controlar al viento horizontalmente de 15 a 20 veces
su altura y entre las especies más recomendadas tenemos: El cerezo, el
copalchio, Leucaena, pepeto, nim, brazil, quebracho, carreto y por su puesto el
volador y el chaquiro.
Los cultivares de caña y cereales
también necesitan barreras para evitar él acame
del cultivar y sus consecuentes
pérdidas y también las barreras o cortinas rompe vientos son útiles para
evitar daños en las construcciones
aisladas como zonas francas o ranchos eco turísticos, generando además de
protección microclimas agradables y saludables; en los cuales se recomiendan
las especies anteriores y además el
ojushte, el almendro de río, el carao, el tempisque, el conacaste, ficus,
Maquilishuat, gravileo, copinol, nacascol, entre otras bondadosas especies
tropicales.
Ing. Mariano Villatoro
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