sábado, 14 de marzo de 2015

Bondades de las Cuencas Hidrográficas.



Analizando la topografía natural de la superficie de la tierra, nos damos cuenta que las cuencas hidrográficas son una excelente maquinaria ecológica al facilitar la dinámica de las termales, donde las termales cálidas de la parte baja de la cuenca sube equilibrando la temperatura al interactuar con las termales frías de la parte alta de las cuencas estableciendo un sistema dinámico y el agua lluvia busca su cause desde la parte mas alta, aguas arriba hasta llegar a la parte mas baja, de las aguas abajo, estableciendo una ramificación de afluentes hasta formar el cause mayor en el fondo de la cuenca generando, quebradas y esta riachuelos y finalmente ríos que conducen al mar como destino final en el caso de El Salvador. Situación similar en todo el planeta. En condiciones ideales de una cuenca totalmente reforestada y que el agua no sea contaminada aguas arriba, estaríamos frente a un paraíso de excelente productividad y su máxima cosecha seria un rio de aguas cristalinas lleno de peces y recursos acuáticos que todos quisiéramos disfrutar, convirtiéndose en una estructura ecológica de inigualable riqueza. Pero como la realdad es diferente ó sea que tenemos cuencas totalmente deforestadas y el agua fuertemente contaminada, donde gobierna la erosión hidráulica, que provoca destrucción y muerte en las aguas abajo de la cuenca. Ahora que debemos hacer es tener imaginación y por causa y efecto entender el libro de la naturaleza, realizando cultivares de arboles promisorios y establecer las viviendas con fundamentos bioclimáticos. Todos sabemos que el agua es el “elemento animador de la vida”. Pero si la contaminamos o no la sabemos manejar se vuelve un elemento conductor de la muerte. Es relativamente fácil recuperar y disfrutar las bondades de una cuenca, todo es cuestión de actitud y sabemos que todo ser humano tiene la aptitud para realizar cultivares en función de un beneficio personal, si tiene claro que obtendrá, lo difícil es saber vender el beneficio colectivo y desprendernos del cáncer humano llamado el merecimiento o máxima expresión de egoísmo. Seria bueno generar la cultura del que “usa  ó contamina paga” pero con la tendencia de aprovechar las bondades de una cuenca o sea el camino  natural de el agua lluvia. La cual tiene tres caminos: o se va en escorrientia, ó se evapora ó se infiltra al subsuelo atraves de los arboles que son el camino natural del agua para infiltrarse al subsuelo y que posteriormente surja en los adorables manantiales. Debemos de realizar cultivares de arboles promisorios para las necesidades humanas y de toda clase de vida silvestre beneficiosa para nuestra existencia o sea para mejorar la calidad de vida de las actuales y futuras generaciones. Entre los bondadosos arboles para proteger mantos acuíferos tenemos: el palo de pan, el ojushte, el almendro de rio, la chaya o árbol sagrado de los mayas, el manzano rosa, el carreto, el chaquiro, el tempisque, el carao, el nim, el marañón, el arrayan, el nance, el paterno, el morro, el cincho, el pepeto, el volador, el brasil, el pacun, el conacaste, el matasano, el zapotillo, el cahperno, el papaturro, el guachipilín, la leucaena, el quebracho, el palo de corcho, el cerezo, la bala de cañon, el cacao,  el trompillo, entre otras bondadosas especies y apropiadas para frenar la erosion que al final forma las temibles cárcavas tenemos el árbol de fuego, el quebracho, el volador, el nim, el cerezo, el chaperno, la llama del bosque, el ficus, el chilamate, el nacascol, el morro, el bálsamo, el madrecacao, la leucaena, el arrayan, el jocomico,, el mamoncillo el trompillo, el almendro, la chaya, el mango, el zapotillo, el cortes negro, el tamarindo, el bario, el chaquiro entre otras bondadosas especies solo tenemos que distribuirlas apropiadamente y aprovecharlas racionalmente. Lo importante es que reconozcamos que vivimos en una franja tropical  del planeta, la cual cuenta, con la mayor biodiversidad y que las plantas existieron antes que los seres humanos y se desarrollaron felizmente y además si no desestabilizamos las pendientes naturales de las cuencas ellas no provocaran desastres, siempre y cuando estén bien forestadas. Por lo tanto en las partes altas de las cuencas debemos sembrar arboles de gran capacidad de rebrote resistentes al viento, y con raíces profundas, tales como el quebracho, los pepetos, carretos, paternos, leucaena, entre otras bondadosas plantas y recordemos que las plantas son las maquinas de hacer oxigeno y fuente de medicinas, maderables, productos energéticos, colorantes, melíferas, paisajismo, frutas, artesanías, entre otra infinidad de bondades que solo tenemos que echar andar nuestra creatividad, emprendedurismo e innovación. En pequeños taludes entorno a nuestras casas o mini cuencas creadas o estropeadas  de la gran cuenca topográfica podemos frenar la erosión en forma creativa con setos de izote, dracaena reflexa, dracaena fragans, zacate vetiver, cordalynes, cubriendo verjas de philodendros, allamanda, polialta, pachistachis, arachi pintoi, clivias, brunfelsias, gardenias, mirtos, magnolios, bauhinias, crotos, claveles, sensiveria, entre otras infinidad de plantas ornamentales.

                                                        


Ing. Mariano de Villatoro

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