En función de este esfuerzo el Vivero San Andrés y
la comunidad del Instituto San Andrés, están produciendo masivamente arbolitos
forestales y frutales, los cuales están disponibles al público a precios
simbólicos en función de su tamaño y especie, especialmente a interesados que
las reserven o compren antes del 22 de abril, el día mundial de la Tierra, y
así no hay excusas de que no sembramos porque no hay plantas o por el precio. Tel:
2305-0871 y 2305-2306
Todos debemos proteger y no destruir nuestro
patrimonio universal, aunque pequeñas decisiones salidas desde nuestra
interioridad donde existen los valores humanos, son la rutas a seguir, como no
contaminar, sembrar arbolitos, proteger la vegetación existente, para evitar el
cambio climático, limpiar el aire del carbono, generar oxigeno que respiramos
entre otras bondades de las plantas y que es el área en las cuales los
salvadoreños debemos participar como “mandato” existencial y lograr un
ecosistema sostenible, agradable y saludable. Así estaremos alineados en
función de la sensibilidad pretendida en las cumbres mundiales sobre el medio
ambiente de Estocolmo, de Rio y Kioto; entre otros grandes esfuerzos por
concientizar y testimoniar en participar en soluciones para proteger a nuestra
madre tierra o planeta tres.
Entonces lo importante es convertirnos en reflexivos
cada uno de nosotros entorno de que estamos haciendo y que debemos hacer para
cuidar nuestra casa mayor o sea el planeta tierra. Lo más fácil es crear falacias
como: “no tengo tiempo para eso”, si todos sabemos que el tiempo ya estaba
cuando nacemos y aquí quedara cuando muramos o fortaleciendo el concepto que
“el universo es tan grande por nuestra pequeñez”. Lo que debemos hacer es
buscar una armonía entre nuestra existencia y la tierra, indefectiblemente
entrar en armonía con el universo, porque realmente somos parte de él y en la medida que reflexionemos
armónicamente nos daremos cuenta que nadie puede existir por nosotros con
nuestros sueños e ilusiones y gozar de nuestros momentos de felicidad en este
planeta tres. Desde las aspiraciones humanas el planeta se está degradando
aceleradamente y todos nos debatimos en la incertidumbre de que es lo que
debemos hacer o quién es el culpable de tal o cual desgracia. Por lo tanto
debemos de reflexionar en darle vida y belleza a nuestro entorno entrar en una
misión de proteger la tierra en función de la calidad de vida de los humanos
actuales y las futuras generaciones enterrando el merecimiento personal o el
aislamiento voluntario. Siendo una actitud conservacionista sembrando plantas
personalmente o por compromisos de la responsabilidad social fomentando
proyectos de financiar cultivares de árboles o plantas, que son las maquinas de
dar oxigeno, fuentes de toda medicina y la seguridad alimentaria en la búsqueda
de crear ecosistemas propicios para la vida humana en compensación del
deterioro que se genera en busca de los avances tecnológicos o la decidía de
muchos habitantes que su fortaleza es convertirse en victimas y desamparados
creando un caos de las bondades de nuestra madre tierra.
Nosotros los
salvadoreños contamos con una enorme riqueza de plantas que felizmente se
desarrollan sin demasiados cuidados y que nos permiten ayudar a la madre tierra
para que sea la causa deseada y que a la vez sea un ecosistemas abundante de la
biodiversidad tropical en plantas y animales con una abundante fuente de
alimentos y punto de reflexión, inspiración, emprendedurismo e innovación
entorno de armonizar con nuestra madre tierra. Por ejemplo sembremos bastiones
autóctonos como: matasano, quebracho, chaperno, Maquilishuat, ojushte,
tempisque, güiligüiste, chaya, bario, San Andrés, pulcherrima, pacún, mango,
zapotillo, guapinol, Philodendros, quiebramuelas, cacao, madrecacao, Plumeria, marañón,
achiote, arrayán, caimito, caoba, cedro, carreto, cincho, ceiba, guachipilín,
leucaena, Jacaranda, loroco, magnolio, manzana rosa, papaturro, pepeto, volador
entre otra infinidad de bondadosas especies tropicales, de tal forma que seamos
conducentes a esa tierra prometida para nuestros descendientes o sea la
búsqueda de un paraíso formado por bosques y cascadas y alejarnos del espectro
de un desierto o muerte de los humanos.
Actividad
excelente para cumplir la Responsabilidad Social Empresarial.
Ing.
Mariano Villatoro