La FAO ha establecido
el 16 de octubre el día mundial de la alimentación con la finalidad de
concientizar la necesidad de ser solidarios contra los mega-problemas del
hambre, la desnutrición y la pobreza.
Con las condiciones de
vivir en el Trópico, nosotros poseemos la franja de mayor biodiversidad en el
planeta y por tanto se nos facilita ser parte de la solución de la seguridad
alimentaria y específicamente, al analizar la pirámide de los grupos
alimenticios; somos promisorios para generar el segundo nivel. En el cual se
encuentran las plantas, los vegetales y las frutas. Son alimentos ricos en
fibras, vitaminas y minerales. Por lo tanto; A medida que pasa el tiempo nos
damos cuenta que vivir en el trópico es una de las mayores oportunidades que
poseemos para desarrollar nuestra creatividad en función de la biodiversidad
que tenemos. Especialmente las riquísimas, nutritivas y frescas frutas
tropicales como: Papaya, Loroco, Naranja, Limón, Toronja, Jackfruit, Ojushte,
Zapote, Aguacate, Níspero, Níspero Japones, Paterna, Arrayan,
Mamoncillo, Pacaya, Guayaba Perulera, Guayaba Taiwanesa, Tamarindo, Cacao, entre otras frutas tropicales y tenemos en el medio plantas que son la materia prima para suplementos nutricionales como la Chaya, Moringa, Sábila, Carao, Copinol y otras maravillosas plantas en nuestro medio y de fácil manejo. También es importante el manejo de cultivares tradicionales en función agroecológica, o sea los cultivares de cereales y cultivos rasos, incorporándoles SURECOS de Leucaena, Madrecacao, Chaya, Nim que además de evitar la erosión, le brindan nitrógeno y magnesio; además estas especies generan alimentos nutritivos para alimento del ganado hasta el 22% de proteína en crudo y excelente sustratos para las aves del corral, también la Leucaena y el Madrecacao generan buena leña y es recomendable podarlas continuamente, porque el beneficio para infiltrar agua lluvia y darle nitrógeno al suelo es función de las raíces.
Otro rubro a fortalecer
para una buena alimentación son los cultivares aromáticas; Orégano, Romero,
Albahaca, Pimienta Gorda, alcapate, Menta, entre otras plantas que le dan el
toque exclusivo a todo platillo. En general en El Salvador tenemos un reto que
marca la realidad y es que no tenemos dinero suficiente para importar todos
nuestros alimentos y no tenemos el espacio suficiente para realizar cultivares
y grajas en forma empírica o extensivos, tienen que ser intensivos y planificadamente
combinables en forma de las granjas integradas de autogestión (GIA). Una
respuesta para lograr superar este reto es la educación formal agropecuaria en
la que los jóvenes realicen su bachillerato aprendiendo teoría y práctica los
fundamentos de la producción y comercialización de bienes y servicios agrícola.
El Instituto San Andrés hace la invitación a los cooperantes y gentes o
empresas visionarias para que financien la demanda no la oferta, para que
jóvenes brillantes del área rural puedan estudiar el bachillerato Agropecuario
(producción de alimentos) o el bachillerato en Turismo (manipulación y arte
culinaria en los alimentos).
Además de estos
fundamentos en la comunidad del Instituto San Andrés y el Vivero San Andrés,
los estudiantes aprenden la importancia de las barreras rompe vientos que
evitan el acame de cultivares de caña, caída de floración y frutos pequeños en
cultivares de frutales y sus bondades y ejecución de cultivares de melíferas
para generar miel de abejas y todo lo relacionado a cultivares frutales,
forestales de crecimiento rápido y usos múltiples, que tanta falta le está
haciendo a nuestro pueblo, pero que si podemos realizar y lograrlo, todo es
cuestión de enfocarnos en el camino correcto.
Hay que tomar totalmente en serio la protección del planeta y
especialmente en El Salvador las acciones de reforestación para capturar el
agua lluvia y generar excelentes volúmenes de oxígeno en acciones que
implícitamente generan paisajes totalmente beneficiosos, acompañados del
espíritu de evitar la contaminación con líquidos, sólidos y gases. Dios nos ha
brindado todo en su creación, solo tenemos que ubicarnos y aprovecharlos.
Toda esta gestión de producción y acciones en el entorno estarán
fortaleciendo la Seguridad Alimentaria, la conservación ecológica y contra el
hambre, el Cambio Climático y la pobreza. Lo fundamental es hacer cultivar de
árboles, cosechar y procesar los diferentes sucedáneos de cada fruta y especie
y empaquetarlos atractivamente garantizando su conservación. El Vivero San
Andrés y el Instituto San Andrés facilitan la comercialización de la mayoría de
frutas y especies producidas y dan asesoría para iniciar el cultivar y su
manejo. Por lo tanto aproveche el tiempo y comience con cultivares y otros
rubros mencionados como todo un buen visionario o alguien que puede encontrar
una estrategia beneficiosa para el planeta tierra y sus descendientes
dejándoles un legado ecológico que desde todo análisis le brindara beneficios.
Ing. Mariano Villatoro
No hay comentarios:
Publicar un comentario