El concepto de RSE es ganar, tanto para la empresa que lo patrocina como
la comunidad beneficiada, y, una forma de máximos beneficios es aplicando la
gestión en función de la ecología ósea dándole vida y belleza al entorno y evitando
así el recalentamiento del planeta, mediante la generación de microclimas saludables y
agradables. Principalmente debemos sembrar arbustos resistentes a la sequía y paisajísticos,
tales como la Tumbergia Erectus, Veranera, Megakepasma, Duranta, Odontonema,
Croto Petra, Sensiveria, Izote, Dracaena Fragans, entre otras bondadosas
plantas y como cubre suelo; Arachi o Falso Maní, Poto, Centavito, Clivia, entre
otras maravillosas especies. Similarmente tenemos las enredaderas que fácilmente
se desarrollan en las verjas que delimitan los accesos a empresas o a las
comunidades.
La seguridad alimentaria y la conservación ecológica, son aspecto fundamentales mundiales en relación a la calidad de vida en el planeta. El cambio climático es un factor relacionado directamente con la conservación ecológica e incidentemente en la seguridad alimentaría. Sabemos que uno de los gases más determinante en el recalentamiento del planeta y generador del cambio climático es el CO2 y gracias a Dios todas las plantas absorben CO2 se quedan con el carbono y liberan el oxígeno biológico que nos permiten respirar, convirtiéndose en ″ las maquinas de hacer oxigeno ″ y como reservorio de carbono. Por lo tanto, es recomendable fortalecer la responsabilidad social empresarial, en función de la reforestación; donde las empresas financien la compra de plantas y las comunidades, personas altruistas, escuelas, iglesias, ONGs y otras entidades con espíritu del voluntariado o más bien con una visión futurista para que realicen campañas de arborización en forma eficiente. Desde el punto empresarial recordemos que la ecología es un “buen negocio”, pues, es mejor venderle a gente saludable que a gente enferma. Entre las bondades sobresalientes de los árboles tenemos: mejorar el microclima, permiten infiltrar agua al subsuelo, almacenan carbono y libera oxígeno, evitan la erosión del suelo, proporcionan alimentos, maderas, medicinas, belleza al entorno y evitan directamente el recalentamiento entre otras bondades. Por lo tanto aprovechemos nuestra ubicación geográfica tropical, región del planeta de la mayor biodiversidad, ecológicamente hablando la vegetación es fundamental en las cadenas alimenticias y nichos ecológicos básicos, para mejorar la calidad de vida de las actuales y futuras generaciones. No es excusa decir que no tenemos espacio, pues existen plantas apropiadas, para cada situación limitante.
La seguridad alimentaria y la conservación ecológica, son aspecto fundamentales mundiales en relación a la calidad de vida en el planeta. El cambio climático es un factor relacionado directamente con la conservación ecológica e incidentemente en la seguridad alimentaría. Sabemos que uno de los gases más determinante en el recalentamiento del planeta y generador del cambio climático es el CO2 y gracias a Dios todas las plantas absorben CO2 se quedan con el carbono y liberan el oxígeno biológico que nos permiten respirar, convirtiéndose en ″ las maquinas de hacer oxigeno ″ y como reservorio de carbono. Por lo tanto, es recomendable fortalecer la responsabilidad social empresarial, en función de la reforestación; donde las empresas financien la compra de plantas y las comunidades, personas altruistas, escuelas, iglesias, ONGs y otras entidades con espíritu del voluntariado o más bien con una visión futurista para que realicen campañas de arborización en forma eficiente. Desde el punto empresarial recordemos que la ecología es un “buen negocio”, pues, es mejor venderle a gente saludable que a gente enferma. Entre las bondades sobresalientes de los árboles tenemos: mejorar el microclima, permiten infiltrar agua al subsuelo, almacenan carbono y libera oxígeno, evitan la erosión del suelo, proporcionan alimentos, maderas, medicinas, belleza al entorno y evitan directamente el recalentamiento entre otras bondades. Por lo tanto aprovechemos nuestra ubicación geográfica tropical, región del planeta de la mayor biodiversidad, ecológicamente hablando la vegetación es fundamental en las cadenas alimenticias y nichos ecológicos básicos, para mejorar la calidad de vida de las actuales y futuras generaciones. No es excusa decir que no tenemos espacio, pues existen plantas apropiadas, para cada situación limitante.
Otro motivo de celebrar fortaleciendo la ecología es el próximo día
mundial de la alimentación (16 octubre). Fortalezcamos nuestro espíritu de
optimismo, voluntariado o visionario, participando en dar solución efectiva a
la problemática existencia y no perdamos esfuerzos en parálisis por análisis
culpando a otros por los efectos
degradantes. Si un gusto del primer mundo es rodearse de plantas, entonces nosotros podemos
hacerlo, sin mayor esfuerzo. El Vivero San Andrés le provee más de 200
variedades de plantas a precios de costo
para fortalecer las iniciativas en función de la reforestación con
plantas forestales, frutales y ornamentales y brinda asesoría gratuita para
lograr una eficiente acción.
Todos contaminamos en alguna medida con solo existir, pero también todos
podemos combatir la degradación sembrando plantas. Definitivamente todos somos
corresponsables de las gracias o desgracias de nuestra madre tierra y
especialmente de nuestro metro cuadrado.
Ing. Mariano Villatoro
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