En
El Salvador es casi utópico emprender la creación de verdaderos bosques tales
que generan una verdadera estabilidad del medio ambiente y que produzcan su universo de beneficios, especialmente por
el limitado territorio y la alta densidad de población.
Mas
sin embargo, podemos realizar cultivares que ayuden a darnos las bondades de
los bosques y además potencialicemos la seguridad alimentaría, la conservación
del agua, evitemos la erosión y las inundaciones, de tal forma que en función
de producir frutas para la agroindustria
y como fruta tropical fresca, estemos fabricándoles a las nuevas generaciones
un ambiente ecológicamente sostenible y generador de productos alimenticios
para el consumo interno y especialmente para exportarlos.
Me
refiero a frutales Rústicos, no por menospreciar la calidad y exquisitez de sus frutas o sus derivados, sino por su
gran adaptabilidad a nuestro medio que sin manejo alguno, ellos producen sus
cosechas año tras año, algunos son autóctonos y otros no pero que se pueden
manejar intensivamente optimizando su potencial y aprovechar sus bondades a
corto plazo en función de nuestra creatividad y estrategias de procesarlos y
mercadearlos a través del TLC y generar una oferta significativa de ocupación
para toda la fuerza de trabajo campesina que poseemos, que con poca orientación
se convertirán en una riqueza nacional en lugar de ser un obstáculo para el
desarrollo. Todo campesino tiene una sabiduría natural que le facilita realizar
faenas agrícolas, necesarias en la cadena de producción. Únicamente es orientarlos en el manejo de los
agroquímicos permitidos de: El nance,
para venderlo como fruta fresca, en preservados, vinos y jugos; El guayabo, especialmente la
tradicional, como fruta fresca, jaleas, refresco y néctares; El achiote, condimento para el
arte culinario que se compara con el azafrán español, como materia prima para
colorante natural ( cristales de Bixina a $207,000.00 la tonelada ), como materia prima para medicinas; El
matasano o manzana de mesoamerica, como fruta frescas, en néctares, jugos y jaleas además es
importantísimo en la alimentación de la fauna autóctona; El marañón común, como
fruta fresca, preservados, vinos y especialmente como nuez de gran demanda en
el mercado internacional; El marañón japonés; generador de fruta fresca,
nectares, vinos jugos es símbolo de la belleza tropical por su vistoso follaje
siempre verde brillante y su floración
roja; El arrayán, como fruta fresa, néctares, harinas, jugos, vinos y materia prima en medicinas,
además los surcos de árboles de arrayán
embellecen cualquier paraje propio para el agriturismo; La paterna como
fruta fresca, en preservados, encurtidos al estilo de la aceituna europea, El
mamoncillo, como fruta fresca, en néctares, jugos y vinos; El carao como fruta
fresca, en torta y como materia prima para la medicina; El cacao, semilla para
chocolate, harina para la industria de la confitería, dulcerías y pastelerías,
además es el mejor producto generador de potasio para fertilizar orgánicamente
otros cultivares utilizando su cascara de la mazorca. El ojushte, la semilla es
comercializada, salcochada y excelente para preservarlo envasada para exportar
similar a la aceituna europea y el arbol es de los ideales para fortalecer
fuentes de agua en la temporada de invierno. El guanabo, como fruta fresca,
jugos, néctares. El tamarindo para elaborar frescos, jaleas, dulces, pasteles y
se puede exportar en tortas. El morro para la horchata o sea que se puede exportar en forma de
harina, el árbol es ideal para sostener orquídeas y bromelias, además es una
planta forrajera para el ganado. El mango ciruela. Como fruta fresca, jugos,
néctares, lascas deshidratadas. El mamey, se vende en el mercado étnico en forma de lascas y se puede hacer jugos,
néctares, la madera del árbol es especial, su follaje le da vida y belleza a
cualquier paraje. En fin la lista es grande o sea que no es limitante para
emprender el camino de producir fruta tropical para consumo interno o para exportar, por lo que nunca será mucho
lo que produzcamos solamente que tenemos que alinearlos a producir calidad, higiénico y nutritivo, aspecto garantizado al analizar la fruta, pues toda gente saludable debe incluir en su
dieta el consumo de frutas.
Por
lo tanto la oportunidad la tenemos y lo importante es comenzar a ponerle fe y
pasión a este rubro tan oportuno para oxigenar
nuestra economía y en forma agregada se estará fortaleciendo el bosque
tropical y sus bondades en función de
mejorar la calidad de vida.
Además
debe implementarse otras bondadosas especies tropicales excelentes para la
medicina genérica, tales como el bálsamo, la chaya, el teberinto, el nim en su
función de control biológico de plagas. Todas estas especies y muchas otras
para diversos fines le tenemos en e Vivero San Andrés o le preparamos la
cantidad y variedad que usted desee y
tenemos la disponibilidad de asesorarlo gratuitamente.
Ing. Mariano
Villatoro
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