sábado, 31 de mayo de 2014

Celebremos en Junio el Día Mundial del Medio Ambiente Aprovechando las Bondades de la Flora Autóctona.

Cuando escribimos sobre la flora autóctona es tan apasionante mencionar sus bondades y recordar que ellas han existido en esta región llamada Mesoamérica desde antes que los humanos existieran o sea antes mucho antes de que surgieran los humanos que se consideran intelectuales que desvaloran por desconocimiento la riqueza de la flora tropical como una red sustentable de la rica e incomparable biodiversidad del planeta tierra y que gracias a Dios, nos ha tocado habitar, enormemente ventajosa que las regiones polares y áreas matrices de los desiertos en los cuales galopa la muerte como el Sahara y su área de influencia, el Arizona y muchas otras regiones del planeta donde el agua y la vegetación es algo existente solo en la imaginación y al igual es la escasez de alimento como todas las bondades que la flora nos produce.
Considero que en lugar de enfocarnos en armamentos y discursos políticos y religiosos abstractos llegando al universo de la parálisis por análisis, es mejor enfocar nuestra energía y recursos en fortalecer la propagación y aprovechamiento de la flora autóctona como un regalo de Dios, para mejorar la calidad de vida de las actuales y futuras generaciones, no seamos presumidos queriendo fabricar al topus urano, olvidándonos de la riqueza de nuestro entorno y aprovechar eficientemente nuestra rica biodiversidad para generar alimentos, maderas, paisajes, medicinas y un ecosistema de vida y esperanza, porque es mejor un pueblo bien alimentado que un pueblo sabio pero sin alimentos y sin un ambiente agradable. No considero inteligente a profesionales de la medicina, con altos sueldos como políticos señalando los altos costos de la medicina de marca, cuando deberían aprovechar sus conocimientos para optimizar las bondades medicinales de nuestra flora autóctona como el bálsamo, la quina, la chaya, el bario, el chichipense, el guayabo, la guanaba, el ojushte, entre otra infinidad de especies nativos con altos contenidos medicinales y alimenticios como la leucaena, la mora, el chipilin, la sábila y ya no digamos de economistas e ingenieros convenciéndonos del confort que genera la mercancía industrial y elementos constructivos importados tendientes al mundo de la domótica que produce un placer directo pero pasa una factura económica desesperante y contaminante en lugar de promover las bondades del volador, el quebracho, el guachipilín, el cedro, el conacaste, el madrecacao como elementos constructivos y renovable y ya no digamos la belleza  que generan floración del maquilishuat, cortes blanco, Jacaranda, carao, árbol de fuego, llama del bosque, san Andrés, caliandra, flor barbona, mulato, cortes negro,  o en la producción de alimentos como el cacao, el matasano, el nance, el arrayán, el achiote, el cerezo, el manzano rosa, el ojushte, el guayabo, los mangos, el aguacate, el marañón, entre otras riquezas de plantas latifoliadas que nos rodean, que sin lugar a dudas estamos cayendo en el universo de la pobreza porque queremos, no sabemos vender las riquezas que poseemos. Todos sabemos que para tener éxito tenemos que saber vender tenemos que modificarlo o transformarlo justo al estadio que le sirva directamente al consumidor y no entremos al discurso de los países sub desarrollados al igual que un pobre no vende porque no se preparó o porque no sabe que sus habilidades son requeridas por los demás, generando el ciclo vicioso el que miserias piensa miserable termina o hasta que va aun país desarrollado se da cuenta que es bien pagado por lo que puede hacer. Pero en el caso de país no es que no tengamos que vender el problema es que no aprovechamos lo que tenemos para elaborar muchos sucedáneos o derivados para convertirnos en un referentes de satisfacer necesidades humanas como la alimentación, medicina, madera, bioenergéticos, paisajes ecoturisticos o simplemente fabricar con plantas ornamentales tropicales nuestro paraíso, tal y como la aspiración de toda persona normal quiere ir a la gloria en lugar de ir al infierno por el deseo de llegar a un paraíso existencial que nos venden las religiones y porque no crear un entorno agradable, saludable y con abundancia de vegetación que símbolo de vida y no de muerte como los desiertos o lo artificial que nos engaña y aliena.                         

Ing. Mariano Villatoro

sábado, 10 de mayo de 2014

LAS FRUTAS PROCESADAS CAMINO DE INVERSIONISTAS

Hoy es tiempo apropiado para cultivares de frutales, existen diferentes niveles de inversionistas pero el nivel de mediano y largo plazo es el mas viable, coherente y factible en nuestro medio. El fundamento de un inversionista de mediano y largo plazo, es estar conciente de la necesidad de invertir, estar involucrado activamente en sus propias decisiones de inversión. Establecen un plan que les permitirá alcanzar sus objetivos financieros, se informan de expertos en las diferentes etapas de su proyecto y aprovechan los instrumentos que les ofrecen ventajas fiscales. No esperan el “gran negocio de su vida”. Se enfocan en crear su propio sistema, desde pequeñas inversiones hasta establecer las cadenas productivas que dan vida a su proyecto. Claro esta, el miedo y las dudas solo atrasan el camino, por lo tanto, el espíritu inversionista se fortalece iniciándose no solo pensando, recordemos que una gran realidad en el mundo de los negocios es que “quebrar es momentáneo” y la pobreza es eterna. Una actividad típica para emprender el camino de un inversionista de mediano y largo plazo, es la producción y comercialización de fruta tropical procesada. Proyecto que se inicia desde sembrar los cultivares de frutales hasta vender el producto en los supermercados. Estudios publicados por la FAO nos dan una guía para tomar de referencia en la producción de fruta procesada.

Primeramente podemos lograr ingresos desde los dos años, tres años; dependiendo de la fruta que manejemos y continuar perfeccionando la comercialización por muchos años y así tipificar la inversión de mediano y largo plazo (fijar marca). Desde el nivel meta que nos propongamos para distribuir nuestro producto, también podemos tipificar la producción para: autoconsumo, consumo comunitario, comercialización a pequeña escala, comercialización a nivel nacional y regional y el comercio de exportación. Aquí es donde entra el espíritu empresarial del inversionista que lo diferencia del simple comerciante, el primer paso es realizar los cultivares de frutales rústicos o sea frutales tropicales que sin mayor atención desde los cuatro años nos estarán produciendo frutas en cualquier tipo de terreno  y esta fruta la procesamos ya sea deshidratada, preservada, en jaleas, dulces, salsas, mermeladas o embazadas, en harinas entre otras formas de comercializarlas, estaremos en capacidad de abastecer el mercado durante todo el año y no solo cuando se genera la cosecha. Entre los frutales promisorios  tenemos: el nance, el guayabo, el marañón, la paterna, el morro, el arrayán, el mamey, el ojushte, el palo de pan, el achiote, japonés, el mamoncillo entre otras bondadosas especies tropicales.

Uno de los aspectos más importantes relacionados con el desarrollo de una actividad agroindustrial, de la escala que sea, es el de la comercialización. Las conservas, los jugos y pulpas en botella, las mermeladas, las salsas, las harinas, los preservados, son materiales que tienen una duración muy prolongada y que nunca debieran ser inferiores a un año (periodo que tarda cada cosecha).  Los productos deshidratados envasados en plásticos flexibles, si son adecuadamente protegidos de la luz, la humedad y la alta temperatura tienen también una duración de 12 meses. ¿Cómo hacerlo y quien lo hará? No es ningún problema la tecnología, los insumos y personas especializados en estos procesos abundan en nuestro medio. En la etapa de establecer el cultivar y manejarlo, la mayoría de campesinos tienen sabiduría para realizarlo y se optimiza bajo la dirección de un técnico que les establezca una bitácora de las faenas principales y esto genera un invaluable valor agregado y el cual generarle trabajo a la mano de obra empírica y que con capacitación modular acelerada enfocada en la practica de los fundamentos específicos de la actividad se consolida en busca de la productividad y en la etapa de procesamiento y comercialización es fundamental el aspecto cualitativo y cuantitativo. Significa someter el producto al juicio del consumidor exigente que tiene capacidad de discriminación por estar sometido al bombardeo permanentemente de diferentes productos, marcas, proveedores. Por lo tanto, se debe estar conciente de enfrentar el mercado con un criterio de marketing comercial y con un criterio técnico profundo, poniéndole buena dosis de creatividad; envases, sistemas de control y si es posible certificación de calidad (ISO) mas acucioso, distribución oportuna y por sobre todo continuidad en el mercado.

Todos estos aspectos son de vital importancia si se desea convertir esta actividad en un negocio productivo a largo plazo. La distribución oportuna implica el concepto de momento adecuado para que la demanda justifique el esfuerzo comercial y la continuidad es indispensable para acostumbrar al consumidor al producto. De nada sirve un producto estrella que llega en un momento inadecuado o que no es constante en el mercado si no que aparece y desaparece continuamente.

La mega tendencia es el producto natural sin adictivos químicos y lo artesanal saca ventaja de este aspecto, en competencia de las industrias mundiales totalmente mecanizadas y ese sentimiento de lo natural sinónimo de artesanal en complicidad con el TLC, podemos incursionar en los mercados mundiales y además estará brindando fortaleza al agroturismo y la conservación ecológica para las nuevas generaciones. El crecimiento de la iniciativa dependerá del trabajo, es esfuerzo y el interés (pasión) con que se maneja la actividad.






Ing.  Mariano Villatoro

sábado, 3 de mayo de 2014

Teberinto, un árbol promisorio

Hoy más que nunca, es recomendable sembrar arbolitos de Teberinto, por sus múltiples bondades; especialmente nutricionales, medicinales y ecológicas.
Analizando la crisis ecológica y de seguridad alimentaria en el planeta  y en El Salvador, nos damos cuenta que todos somos corresponsables en la actual situación.  Por lo menos debemos sembrarlo como cerco sino tenemos tanta fe y esperanza en sus bondades extraordinarias.
El Teberinto (Moringa oleífera) es un árbol bondadoso totalmente adaptado a nuestra región tropical y un prototipo para desarrollarse en terrenos áridos o regiones de alta sequia, el árbol de Teberinto es un regalo de Dios para solventar los problemas de la seguridad alimentaria, la desnutrición, por su alto contenido de vitamina A, B Y C además es una buena fuente de minerales de origen vegetal, rico en calcio. Hierro, iodo, proteínas y bajo en grasas y carbohidratos. Por sus múltiples bondades nutricionales, medicinales, antibióticos, para perfumerías, retardar la vejez, como fertilizante y filtro purificador; es conocido también con los nombres de “árbol hortaliza” “el árbol de la vida” Marango entre otros nombres según la región o forma de utilizarlo.
Resumiendo algunas bondades del Teberinto que accidentalmente se han descubierto o por investigaciones y profundos estudios científicos realizados tales como el centro Asiático de Investigación y Desarrollo Vegetal (AVRDC), la Universidad de Baroda en la India, ECHO, Church World Service de Senegal, en Alemania, Estados Unidos; entre otros prestigiosos organismos y universidades, podemos decir, que el Teberinto, originario de la india, nos ayuda en los siguientes rubros:
-         Si se consumen las hojas, polvo de hojas y vainas en la etapa de desarrollo previene el asma y la diabetes,
-         Es una fuente de Vitamina A,B Y C
-         Controla el azúcar en los diabéticos
-         Sus raíces tiernas sustituyen en sabor y nutrición al rábano
-         Controla y previene el bocio
-         La biomasa es un fertilizante acelerador del crecimiento de otras plantas y la cosecha en frutales.
-         Sus semillas purifican el agua contaminada
-         Forraje de aves y ganado por su alto contenido en proteínas
-         Absorbe agroquímicos de los cultivares agrícolas como algodonales sembrándolos en los cercos.
-         Tiene gran capacidad de rebrote.
-         Rico en amino ácidos metionina y cistina que contiene azufre
-         El polvo de las hojas y frutos son antioxidante, evitando arrugas y el stress
-         Cura la Anemia
-         Aumenta la producción de leche materna
-         Productor de aceite de la mejor calidad
-         Las vainas hervidas son excelente desparasitante

Estas son unas bondades específicas del Teberinto además de todas las bondades ecológicas que nos brindan los arboles como en El Salvador ya tocamos fondo en la seguridad alimentaria, situación ecológica, social y política; el Teberinto es un árbol promisorio como proyecto de nación alrededor del cual debemos enfocar los esfuerzos, investigación, procesamiento y cultivares; que sería la ganancia de la actual crisis. Además de la Chaya el Teberinto sería una materia prima para la generación de la medicina genérica y a la vez guardianes de las cuencas evitando la erosión y purificando el agua.
Garantizando la mejor calidad de vida de las actuales y futuras generaciones.


Ing. Mariano Villatoro