El 22 de abril
es el día mundial de la tierra establecido para reflexionar como estamos
tratando a nuestro planeta y que
acciones tomar para garantizar la
sostenibilidad de la vida humana en el tercer planeta de nuestro sistema solar.
Es
trascendental reconocer que los bosques
desempeñan una función vital en la lucha para mantener a la creciente población
mundial, como lo establece la FAO a través de su departamento de Montes, con
sede en Roma; los bosques contribuyen
directamente en la reducción del hambre y la pobreza extrema y garantiza la sostenibilidad del medio ambiente. Proporcionan materias
primas para una serie de industrias que
elaboran productos de maderas, pulpa
para papel, ayudan a la mitigación de los cambios climáticos, la conservación
de la diversidad biológica, el
mantenimiento de recursos hídricos limpios y fiables, el fomento y la continuidad de la productividad de la tierra evitando la
erosión e incorporándole materia
orgánica, sirven para la protección de los recursos costeros y marinos, fuente
de la alimentación humana y animal, generación de la leña, barreras
rompevientos, absorción de carbono, generador de oxigeno, productos
medicinales, madera para construcciones rusticas, entre otras bondadosas
funciones de los bosques; que sin mucha
imaginación y sabiduría, si no hay
bosques la calidad de vida se degrada y desaparecería la vida del planeta tal
como la conocemos.
Una política de
desarrollo rural, tiene que ser una política de desarrollo nacional,
especialmente en nuestros países sub
desarrollados y la actividad forestal
esta implícita en estas estrategias, lo importante es que cada uno de
nosotros podemos contribuir al realizar cultivares de árboles y no esperar el
impacto total de un desierto, tal como sucede en los entorno del Sahara, donde
la gente para conseguir agua y leña para subsistir tienen que dedicarle casi el
total de sus esfuerzos.
El binomio de
los bosques y el agua versus la calidad de vida, para las actuales y futuras generaciones, es una temática fortuita en nuestra
responsabilidad existencial y tratar de participar en rescatar un ambiente
saludable en nuestro entorno y no caer en la "parálisis por análisis"
que si otros no hacen nada en beneficios de esta problemática planetaria,
nosotros tampoco. Debemos estar claros que si no conservamos nuestros bosques y
no reforestamos la factura de degradación del ambiente por la erosión del suelo
impactando en la perdida de fertilidad, desabastecimiento de agua es inminente
y apocalíptico.
Sin embargo los
organismos internacionales como la FAO, están preocupados y brindan
oportunidades de beneficiar a los países
o regiones que estén apoyando al sector forestal; por ejemplo este abril del 2007, el Banco Mundial aprobó
la segunda fase del Bio carbon Fund, en
que las comunidades mas pobres de los
países en desarrollo podrán ser las mas
beneficiadas. El gobierno de Irlanda y España, La Fundación Syngenta
para la agricultura sostenible y la compañía Zero Emissions Carbon Trust, se
unirán a la iniciativa del Banco Mundial
para discutir el plan de negocios de la segunda fase que ya alcanza los Diez
millones de dólares. El fondo es una asociación publico / privada que otorga financiamiento a proyectos de restauración de
ecosistemas que secuestran o conservan
carbono en los bosques así como en agro- ecosistema con énfasis en la reducción de la pobreza y desarrollo
socioeconómico en función de actividades de reforestación o conservación de
bosques y así como este ejemplo existen otras gestiones.
Aprovechemos
este invierno para plantar diversas especies de árboles tropicales y así
contribuimos a la conservación de la vida y biodiversidad en el planeta.
El Vivero San
Andrés le invita a tomar la iniciativa o continuar sembrando árboles y
especialmente los autóctonos en peligro de extinción y podamos cosechar sus
bondades.
Ing. Mariano Villatoro
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